Un hombre casado que vivía en Monterrey se arrodilla en el confesionario y le confiesa al cura que:
"Casi" tuve una aventura con otra mujer ".
--------¿Cómo está eso de "casi"?
Bueno, nos desvestimos y nos frotamos y nos frotamos, pero yo detuve súbitamente la cosa.
--------El cura le dice: Frotarse desnudos es lo mismo que meterlo......no volverás a ver
a esa mujer, reza cinco Aves Marías y deposita mil pesos en la cajita de limosnas.
El tipo sale, reza sus oraciones y va hacia la cajita. Se queda ahí unos segundos y luego
comienza a irse cuando el cura, que lo estaba observando, lo detiene:
-------A ver, un momentito. Ya te vi, mondao. ¡No depositaste ningún dinero en la cajita!.
Bueno..frote, froté, frote y froté el billete, y como usted me dijo que frotarlo era lo mismo que meterlo, pues ya esta ahí adentro el dinero..."
¡¡¡Ajúa que viva Monterrey chingao !!!
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