lunes, mayo 16, 2011

Señora fogosa

 
La señora, medio dormida en su cama, escucha cuando llega su marido del trabajo y siente como él la acaricia suavemente,
casi de manera furtiva, como recorriendo suavemente la periferia de su cuerpo. Ella siente cómo su cuerpo reacciona inmediatamente a las caricias.
El marido toma sus manos y las recoge, mete una de sus manos por su espalda y llega atrevidamente hasta sus redondeces.
En ese momento, la señora está que arde, jadeante y deseosa. Entonces, sus piernas son abruptamente levantadas.
La mujer siente que la pasión perdida por años ha regresado y le encanta sentir cómo su hombre apoya sobre ella todo su peso.
La enerva sentir en su nuca el aliento calido de su marido.
Ella se prepara, levanta las caderas; separa y flexiona sus piernas y se dispone a ser tomada, cuando de pronto su marido suelta sus piernas,
gira sobre sí mismo y se acomoda en su lado de la cama. La mujer, asombrada y respirando hondamente pregunta:
--¿Qué pasó!?
Él responde: --Ya.--¿Ya qué, grandísimo cabrón!!!?
--Ya duérmete, mi cielo…. ya encontré el control remoto.


No hay comentarios.: